Diana Krall es una de las figuras más populares del Jazz de las últimas décadas. Su exquisita manera de tocar el piano, su voz sugerente, su tono intimista y romántico, su elegancia… la han llevado a las cotas más altas de popularidad y la han convertido en una de las artistas más reconocibles de nuestro tiempo, no solo en el Jazz, sino también en la cultura pop. Krall recibe la influencia de grandes artistas que han combinado la voz y el piano como Carmen McRae, Fats Waller, Sarah Vaughan, Roberta Flack, Nat King Cole, Dinah Washington, Shirley Horn, Aretha Franklin…

Diana Krall nació en Nanaimo, una pequeña ciudad de la Columbia Británica, Canadá. Comenzó a tocar el piano con 4 años y, a los 15, tocaba en un restaurante local. Con la ayuda de su padre, un pianista con un vasto conocimiento de maestros del teclado de los años veinte y treinta como Fats Waller, James P. Johnson y Earl Hines, decidió dedicarse por completo a la música. Recibió una beca para formarse en la prestigiosa Berklee College of Music y en 1993 publicó su primer disco, Stepping Out. Desde entonces ha sabido combinar con maestría composiciones nuevas o propias con revisiones de standards y obras imperecederas del Jazz y de la música popular, demostrando siempre un exquisito cuidado a la hora de elaborar su repertorio.

Krall, que en 1997 actuó por primera vez en el Jazzaldia es un ícono del Jazz, una estrella que ha vendido más de 15 millones de discos y que ha maravillado a medio planeta con su talento deslumbrante, su música sutil y elegante, su voz sedosa y cautivadora y su piano magistral y de técnica impecable.