En la foto, Ellis Marsalis junto a su hijo Branford
Hoy es un día de grandes pérdidas para el jazz. Han fallecido Ellis Marsalis, uno de los grandes patriarcas de nuestra música, y Wallace Roney, un trompetista que destacó por su gran lirismo y musicalidad.
Nuestro Festival le entregó el Premio Donostiako Jazzaldia a Ellis Marsalis en 2016, como reconocimiento a su aportación fundamental a toda la historia del jazz. Además de ser uno de los más destacados pianistas del jazz moderno, acumuló un enorme prestigio como educador musical: fue maestro de músicos tan importantes como Jesse Davis, Terence Blanchard, Donald Harrison, Nicholas Payton y, naturalmente, sus hijos Wynton, Branford, Delfeayo y Jason, todos ellos primeras figuras del jazz. El legado que deja Ellis Marsalis es impresionante.
A Wallace Roney se le consideró el más aventajado de los alumnos de Miles Davis; de hecho, los hijos de Miles han publicado un comunicado en el que lamentan la muerte de Roney y resaltan los lazos que les unieron. Además, Roney tuvo su propia voz y destacó por méritos propios. Su calidad quedó de manifiesto en sus dos visitas al Heineken Jazzaldia: en 2006 dentro del septeto de otro mito recién desaparecido, McCoy Tyner, y en 2012 dentro del proyecto Miles Smiles, que recreaba la obra de Miles Davis.
