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El artista plástico Roskow es el autor del cartel del 52 Heineken Jazzaldia

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Cartel 52 Heineken Jazzaldia

El 52 Heineken Jazzaldia, que se celebrará en San Sebastián entre el 20 y el 25 de julio, ya tiene cartel. Es obra del artista plástico Roskow (seudónimo de Fernando Huarte), que ha plasmado en una pintura el escenario más histórico del festival, la plaza de la Trinidad, en esa hora mágica del anochecer.

Para la elaboración del cartel de este año, la organización del Heineken Jazzaldia ha optado por un concurso restringido a varios artistas plásticos, tal como solía hacer anteriormente, en lugar del concurso público y abierto que ha desarrollado durante los últimos años.

De entre las obras presentadas la organización ha escogido la de Roskow, por estimar que, además de su calidad artística, representa muy bien el espíritu del festival y el ambiente de la plaza de la Trinidad.

Roskow
Fernando Huarte Campion (Donostia/San Sebastián, 1963)

Formado como escultor en los años 80 en las escuelas de Artes Aplicadas de Donostia, Sevilla y La Palma en Madrid, la mayor parte de su obra está hecha de pintura, con incursiones en el grabado y la ilustración, portadas de discos y libros, y diseño de carteles.

Mientras estudia técnicas de preimpresión analógica y digital en la Escuela de Artes Gráficas de Urnieta, comienza a ejecutar sus primeros trabajos artísticos en técnicas murales y escultura decorativa, para lugares como la cadena de restaurantes mejicanos Sopitos en San Sebastián y Pamplona, la discoteca Oialume, o el bar Iguana. En este espacio de la Parte Vieja todavía se pueden contemplar sus murales, relieves y esculturas, realizados en Arteleku a finales de los 90. Desde entonces ha presentado exposiciones en Donostia, en solitario y en colectivos como E.X.P., y colaborado en la Feria de Arte en el Boulevard.

Las pinturas y grabados de Roskow están inspiradas formalmente en la ilustración, el cómic, la iconografía del punk y la nueva ola de los 80 y 90, junto a la pasión por el medievo, el arte románico, las pinturas góticas, la escuela flamenca o la pintura de las vanguardias del siglo XX. Pero una fuente inagotable de inspiración para el autor es San Sebastián, “una ciudad que da mucho de sí”, afirma: “Me gusta pintar Donosti, sobre todo su arquitectura. He pasado mucho tiempo aprendiendo a dibujar, encuadrar y colocar las luces y sombras en su sitio. Ahora me dedico a desdibujar y destruir todo el método, por eso a la hora de abordar un paisaje urbano donostiarra distorsiono todas las líneas, los balcones, las ventanas, las cornisas, los tejados… El reto consiste en que se conozca lo representado”.

El sentido del humor está casi siempre presente en su obra: “Lo que hago es contar cosas, a mi manera y sin pretensiones. Solo intento provocar emociones, divertir, estimular, hacer pensar…”.

En 2012 presenta Donostias imposibles, una serie de pinturas en las que el artista plasma ciudades verticales e inventadas a partir de espacios, fachadas y visiones donostiarras, combinando todas sus técnicas habituales de una vez: pan de oro, acrílico, collage y técnicas digitales (impresión, scanner…).

En 2015 realiza una de sus últimas obras de gran formato, Elucubración Donostia 2016 (200x800cm), con la colaboración de la Facultad de Arquitectura de la UPV, junto con el escultor y poeta Luis Zabala, la pintora Julieta Metralleta y el arquitecto y pintor Juan J. Areizaga.

En este momento trabaja en una serie de paisajes urbanos vistos en picado, como la pintura panorámica de gran formato 330x180cm realizada el pasado mes de octubre en el taller del espacio Kutxa Kultur que representa el Boulevard donostiarra. Esta obra y otras recientes se exponen actualmente en la galería Arteko en la exposición colectiva 2017 visiones de Donostia.

Roskow sigue preparando nuevos trabajos en su propio taller de pintura y grabado en Egia, y termina de construir un pequeño taller de serigrafía junto a las artistas Eli Azurmendi y Miryam Gesalaga.

En paralelo a su actividad plástica, compone e interpreta canciones de marcado estilo pop desde sus inicios en los 80 con el grupo Los Elásticos, después Los Rígidos, Mentes ofuscadas, No me ladres, y ahora Los Hormigones, o en solitario como el Barón Roskow.

www.roskow.com (como artista)

www.loshormigones.com (como músico)

By Roskow

INSPIRACIÓN CARTEL
El cartel del Heineken Jazzaldia de 2017 es una vista panorámica nocturna de la plaza de la Trinidad, desde el punto de vista de un espectador en la grada superior: “Ese espectador soy yo mismo hace unos años contemplando el concierto de los hermanos Brecker (24 de julio de 2001, 36 Jazzaldia), una noche magnífica del Festival. Desde entonces he tenido la necesidad de plasmar ese momento en un cuadro y, sin duda, ésta ha sido la mejor ocasión para realizarlo. Ya había hecho antes alguna incursión sobre el tema, la más reciente una casilla de mi obra ‘La Oca donostiarra’. En otra ocasión retraté la Trini para la portada del disco del grupo NO, editado por Beltza Records donde se representa una imagen parecida, pero llena de punkis ochenteros y en el reverso la Trini al día siguiente por la mañana, otra visión en la que también estuve presente”.

LA TRINI
“Habiendo nacido y vivido en la 31 al lado de la Trini, retratarla es como retratar a tu hermana…. Me he divertido de chaval en cada uno de sus rincones, he jugado a pelota en su frontón día y noche, he fumado mis primeros cigarrillos en las gradas, me he enamorado, he dibujado en la maravillosa Asociación Artística, cuando era. He aprendido que el genial entorno arquitectónico era de Peña Ganchegui y también he sufrido las terribles mutilaciones que recientemente ha padecido”.

EL JAZZ
“Como músico lo considero como el grado superior difícilmente alcanzable. Curiosamente escucho jazz desde que tenía diez años ya que mi habitación daba directamente con Santa Corda, muy cerca de la Trini por la parte de atrás… Se oía todo sin pagar entrada. Confieso
que no es el estilo al que estoy abonado, pero me interesa muchísimo, sobre todo cuando hace incursiones en el pop.

Tengo el honor de poder asistir de tarde en tarde a sesiones exclusivas y exhaustivas de música en el universo musical inagotable de mi querido amigo Beltza Records donde a veces aparece el jazz saludándonos. También con mi grupo Los Hormigones hacemos nuestros pinitos, ya que somos muy dados a improvisar. A lo más que hemos llegado en este terreno es al denominado jazz coreano”.